2. Día, 18.08.2016 – en la capital
Esta mañana Chris Birkinshaw me recogió del hotel. Chris ha estado trabajando para el Jardín Botánico de Misuri (MBG) aquí en Madagascar hace ya varios años. MBG es uno de nuestros socios locales. Primero abrió el mapa y comentó conmigo nuestros planes de viaje. De Antananarivo continuamos a Sambava, después a Ramena y posteriormente volvimos.
Mis tareas principales no son solo visitar las zonas de los proyectos y construir la estructura y coordinación del proyecto, sino también, o especialmente, establecer contactos, crear confianza, conocer a las personas y… crear ideas juntos. La parte de la creación de ideas es lo que más me gusta. Por ejemplo, esta mañana tomando un café, Chris y yo hablabamos sobre el proyecto en Makirovana, una región donde se produce vainilla en particular. Los precios están subiéndose por la parra. De repente, familias pobres adquieren un montón de dinero. Actualmente tienen dos opciones: a) llevar su dinero al banco… pero este no estará allí por mucho tiempo porque la abuela o el tío de segundo grado se enteran rápidamente de su existencia y piden ayuda financiera. Les duele un diente, el hijo está enfermo o hace poco sus tierras quedaron calcinada. Los vínculos familiares son muy íntimos y el dinero se divide muy pronto entre los parientes. La otra opción b) Los hombres gastan el dinero en bebidas. Por lo general ocurre b. El alcoholismo en la región es alto.
¿Qué pasaría si MBG junto con los municipios reforestaran la tierra degradada con el método de la agroforestación dinámica, y crearan un bosque natural del cuál luego obtendrían selectivamente madera para vender? Entonces una familia podría invertir una parte de sus ingresos en esta plantación de bosque natural. Cuando vendan la madera en unos años, la familia recibirá regularmente su parte, que puede usar para la formación de sus hijos, por ejemplo. Es solo una idea, pero una buena, ¿o no? Por lo menos a Chris le ha gustado.
Nos marchamos a pie al centro. Chris no tiene coche porque siente que el tráfico es demasiado caótico. Y así yo puedo ver más. Camino entre casas pequeñas, bonitas y desmoronadas de la era colonial francesa, y después entre edificios de hormigón nuevos y fríos, pero nunca de más de trés pisos, edificios altos casi no hay. Hace unos años me quedé en Antananarivo por una noche y tuve la impresión que la ciudad era pequeña. Qué equívocación, la ciudad es gigante. 3 millones de personas viven aquí. Llegamos a un mercado organizado sobre unas escaleras y ahí buscamos un banco. Los próximos días estaremos en el campo y tenemos que pagar por transporte, alimento y pernoctación. Al tener el dinero, me siento más relajada y tomo algunas fotos de árboles y de personas y de puestos de mercado.
Por la tarde visito la oficina de MBG. Junto con Christian, el jefe, Marina, Fid, Chris y ”nombre que no recuerdo“ nos presentamos, nos conocimos y... sembramos ideas :-). MBG es un buen socio, está desde hace 30 años en el país y aparte de Chris, todas sus empleadas son malgaches. Además de varios otros proyectos también trabajan en la taxonomía de las plantas. Aunque hay mucho que ha sido destruido en Madagascar, decubren aproximadamente 100 (!) plantas nuevas cada año.
Me cuentan de una región con un bosque absolutamente maravilloso en el altiplano, Ankafobe. Sin embargo, ahora la tierra está tan degenerada – Christian dice ”No hay un lugar más terrible en Madagascar“ - que casi no hay esperanza para proteger el bosque. ”¿Y si lo intentamos allá con la agroforestación dinámica?“, yo pregunto. En el altiplano de Bolivia transformaron un semidesierto en un bosque usando este método. Los ojos empiezan a brillar. Así visito Ankafobe en mi penúltimo día para mirar el lugar y para tomar fotos. En el último día, poco antes de mi vuelo de regreso, queremos reunirnos y soñar un poco más. Así es como se siembran ideas.
Mañana empieza mi estadía en el campo – con acceso a Internet moderado; informes sobre el viaje, quizá. Buenas noches y hasta pronto.
El primer blog sobre Madagascar