Gestión de los recursos hídricos
Sólo así se podrán gestionar los recursos hídricos de forma sostenible y equitativa. De media mundial, la agricultura utiliza la mayor parte de los recursos de agua dulce, el 69%. Sin embargo, el uso del agua para la producción de alimentos se cuestiona cada vez más ante el aumento de la competencia por el agua y la creciente escasez de ésta. Además, el agua se utiliza de forma ineficiente en la producción de alimentos en muchos lugares. Esta es una de las principales causas de la degradación del medio ambiente, que se manifiesta en el agotamiento de los acuíferos, la reducción del caudal de los ríos, la destrucción de los hábitats de la fauna y la contaminación general.
Existen varias opciones de gestión para maximizar los múltiples valores del agua para la producción de alimentos. Los ejemplos incluyen una mejor gestión de las tierras de cultivo de secano, la transición a la intensificación sostenible, el suministro de agua precisamente de fuentes seminaturales y no convencionales para el riego, la mejora de la eficiencia en el uso del agua, la reducción de la demanda de alimentos y el uso de agua asociado, y la mejora del conocimiento y la comprensión del uso del agua para la producción de alimentos
Seguridad del agua
El aumento de la seguridad hídrica para la producción de alimentos, tanto en sistemas de secano como de regadío, puede contribuir a reducir la pobreza y a lograr la igualdad de género a través de vías directas e indirectas. Entre los mecanismos directos de impacto se encuentran el aumento de los rendimientos, la reducción del riesgo de malas cosechas y la mayor diversidad de cultivos, el aumento de los salarios gracias a la mejora de las oportunidades de empleo y la estabilidad local de la producción y los precios de los alimentos. Entre los mecanismos de impacto indirecto se encuentran los multiplicadores de ingresos y empleo fuera de la explotación y la reducción de la emigración.
El estrés hídrico en América Latina
El estrés hídrico existe en la región de América Latina y el Caribe. Esto ha provocado una serie de conflictos, ya que sectores como la agricultura, la energía hidroeléctrica, la minería e incluso el agua potable y el saneamiento compiten por los escasos recursos. La asignación efectiva del agua fracasa debido a la mala regulación, la falta de incentivos y/o la falta de inversión, entre otros factores. Todos estos factores son, en última instancia, consecuencia de que los recursos hídricos de la región son, en gran medida, de escaso valor. El coste del uso o conservación del agua suele ser nulo o insignificante; esto es igualmente cierto para las centrales hidroeléctricas, las empresas mineras e incluso la agricultura.
La mayoría de los países no saben hacer cumplir la ley en casos de contaminación o uso excesivo del agua. Esto demuestra que, si bien los requisitos legales son muy importantes, la supervisión y los incentivos alineados son esenciales: Esto puede conducir a una mejor apreciación del papel y el valor del agua, al tiempo que se evita su uso excesivo y su contaminación, especialmente en el contexto de la creciente variabilidad del clima.
Cuencas hidrográficas en Bolivia
Para garantizar la seguridad hídrica en nuestro proyecto en Bolivia, salvaguardando así los rendimientos y evitando la pérdida de cosechas, Naturefund ha apoyado a las familias agricultoras de los Andes en la construcción de 20 cuencas hidrográficas para almacenar el agua de las fuertes lluvias para la estación seca, evitando así el estrés hídrico. Esto también debería dar lugar a una producción de alimentos estable y a fuentes de ingresos permanentes. La mayor de las cuencas contiene 300.000 litros.
Más información sobre nuestro proyecto
Informe mundial sobre el agua de las Naciones Unidas