Bordeando el océano Atlántico por un lado y el Pacífico por otro, Costa Rica ofrece una ubicación geográfica apasionante. El interior del país está salpicado de terreno montañoso, lo que favorece diferentes zonas climáticas. Con sus características geográficas y climáticas, Costa Rica sirve de puente de biodiversidad entre el norte y el sur del continente americano.
Así, no es de extrañar que Costa Rica, con su pequeña superficie, que sólo ocupa el 0,01% de la superficie terrestre, proporcione sin embargo un hábitat para cerca del 5% de todas las especies animales y vegetales que viven en la tierra. Sólo la flora del país se divide en siete zonas de vegetación. Para preservar el hogar de estas especies, Naturefund quiere comprar una zona entre los parques nacionales de La Amistad y Corcovado y utilizar un puente climático verde que permita el intercambio de especies entre las dos áreas protegidas.
Hogar para especies en peligro de extinción
El proyecto de adquisición de tierras está situado en los bosques de tierras bajas del Corredor Biológico Amistosa, en la Gran Biorregión de Osa. La región se describe como una de las zonas de mayor diversidad biológica de Costa Rica, y se cree que al menos el cincuenta por ciento de las especies del país se encuentran en estos bosques. Además de más de 700 especies diferentes de árboles y 1.200 especies de orquídeas, la diversidad animal es especialmente impresionante: los biólogos calculan que en la zona del proyecto habitan unas 10.000 especies de insectos, 140 de mamíferos, 367 de aves y 117 de anfibios y reptiles. La zona alberga numerosos mamíferos en peligro de extinción, como jaguares, pumas, ocelotes, monos, perezosos y tapires. La zona tiene un grado excepcional de endemismo, lo que significa que algunas especies sólo se encuentran ya en estos bosques en todo el mundo.