En una brumosa mañana de sábado de octubre, 12 personas se reunieron en Wiesbaden-Breckenheim. En dos parcelas de tierra había viejos árboles frutales, entre ellos el raro parmesano dorado y una pera de pastor, que no se había cortado en mucho tiempo. En sólo tres horas nos las arreglamos para cuidar 12 árboles juntos. Una vez más fue muy divertido trabajar juntos en la naturaleza.