Naturefund fue fundada en 2003 como una asociación sin ánimo de lucro. Desde entonces hemos estado trabajando para comprar tierras para la naturaleza, conservar y reconstruir ecosistemas y así preservar el hábitat para una amplia gama de especies animales y vegetales. La compra de terrenos es una de las medidas más seguras y rápidas a implementar para preservar la naturaleza y los ecosistemas saludables.
Al comprar prados, bosques o humedales y al trabajar en estrecha colaboración con socios locales, Naturefund, como organización de conservación de la naturaleza, garantiza que la naturaleza pueda desarrollarse sin perturbaciones a largo plazo. Hasta la fecha, numerosos donantes han apoyado a Naturefund para asegurar, comprar y preservar 1,5 millones de m² de tierra para la naturaleza.
En el curso del cambio climático, Naturefund también compra cada vez más bosques y los reforesta, en Alemania y en todo el mundo. Ya sea en la selva tropical, en las cadenas montañosas bajas europeas, en los prados o campos de cultivo locales: hasta ahora, Naturefund ha podido plantar más de 500 000 árboles y, por lo tanto, hacer una importante contribución a la renaturalización. Al plantar árboles en campos de todo el mundo, Naturefund también está creando nuevos modelos para la agricultura del futuro que ya se han probado hoy.
El hecho es que una gran parte del mundo tiene cada vez menos hábitats casi naturales o naturales, incluida Alemania. En cambio, cada vez más tierras están siendo utilizadas e influenciadas por las rutas de transporte, los asentamientos, el comercio o la silvicultura y la agricultura. Actualmente, por ejemplo, poco menos del 0,6 por ciento de la superficie terrestre de Alemania se considera desierto. Esto es problemático porque las áreas en las que la naturaleza puede desarrollarse libre de influencias humanas son esenciales para la preservación de la biodiversidad.
Cuando se protege la naturaleza, siempre hay sinergias con la protección de las especies y el clima: páramos, bosques o pastizales, por ejemplo, son puntos calientes de diversidad biológica y, al mismo tiempo, importantes sumideros de carbono. No menos importante por esto, la Estrategia de Biodiversidad de la UE establece un objetivo del diez por ciento de la naturaleza estrictamente protegida en los estados miembros para 2030. Esto es exactamente lo que buscamos con nuestros proyectos: la creación de áreas protegidas para la preservación a largo plazo de nuestra valiosa naturaleza.